Una de las cosas que me parecen más importantes en consulta es poder hacer que nuestros pacientes conecten con lo bueno de la vida.
Como todos y todas sabemos, las personas traumatizadas ven el mundo en su totalidad como peligroso y el poder hacer que en consulta con nosotros y nosotras puedan sentir seguridad, calma, paz y esperanza creo que es una de las cosas que necesitamos como profesionales, y no es fácil en muchas ocasiones ya que no tenemos los recursos adecuados, o las formaciones que se basen en poder hacer que, todo aquello que existe pero está contaminado, pueda resurgir.
Debido a las características que tienen las personas que han vivido traumas complejos suele ser habitual que, cuando conectan con la seguridad, se disparen todas las alertas ya que, en muchos momentos de sus vidas, quiénes se suponían que debían darles protección y calma y regularles emocionalmente han sido las figuras que les han generado el daño.
Por ello, en muchos casos se hace muy difícil que puedan ni siquiera tocar alguna emoción o sensación positiva sin que aparezcan partes qué protegen el sistema del daño que podría venir asociado a ellas.
Para hacer una buena intervención psicológica considero que no se puede tratar únicamente de reprocesar los traumas del pasado sino que debemos dotar a nuestros pacientes de herramientas y recursos que quizás nunca en sus vidas han podido tener.
Mi experiencia terapéutica me dice que cuando un paciente conecta contigo, con tu seguridad, con tu compromiso, con tu calma, con tu tranquilidad y con la manera que tienes de mirarles a través de todas las heridas y ver quién es el o ella en esencia, de mirar ese yo genuino, auténtico y verdadero, se produce una conexión que en mi opinión definiría como mágica, a través de la cual nuestros pacientes van a poder experimentar sin tanto miedo las emociones, sensaciones y creencias positivas, sinténdose a salvo mientras atendemos a esas partes que viven en el trauma desde la comprensión y el estoy aquí, contigo, y yo no os voy a abandonar.
Normalmente cuando entran en consulta me dicen que lo que buscan es ser feliz, y yo siempre les respondo de la misma manera y les digo que es mi despacho lo que se busca es empezar a ser libre. Y cuando una persona traumatizada de repente experimenta en un lugar seguro la compasión, la ternura, el cariño y la esperanza, el proceso terapéutico será mucho más fácil y el vínculo entre terapeuta y paciente mucho más fuerte.
Y con esto quiero decir una cosa, que lo que cura, es el amor. El que puedan empezar a mirarse desde otro lugar prestándoles nuestros ojos mientras no puedan hacerlo, y que puedan ser capaces de sentir qué son válidos, suficientes y merecedores.
Tenemos el superpoder de dibujar sonrisas en en labios qué pensaron que nunca más iban a sentir una.
Abrir ventanas para que entre aire fresco y puedan salir a través de ellas todo lo que llevaba estancado tantísimo tiempo en
Una de las cosas que me parecen más importantes en consulta es poder hacer que nuestros pacientes conecten con lo bueno de la vida
Como todos y todas sabemos las personas traumatizadas ven el mundo en su totalidad como peligroso y el poder hacer que en consulta con nosotros y nosotras puedan sentir seguridad, calma, paz y esperanza creo que es una de las cosas que necesitamos como profesionales, y no es fácil en muchas ocasiones ya que no tenemos los recursos adecuados formaciones que se basen en poder hacer que todo aquello que existe pero está contaminado puede resurgir
Debido a las características que tienen las personas que han vivido traumas complejos suele ser habitual que cuando conectan con la seguridad se disparen todas las alertas ya que en muchos momentos de sus vidas quiénes se suponían que debían darles protección y calma, regularles emocionalmente, han sido las figuras que les han generado el daño.
Por ello, en muchos casos se hace muy difícil que puedan ni siquiera tocar alguna emoción o sensación positiva sin que aparezcan partes que protegen el sistema del daño que podría venir asociado a ellas
Para hacer una buena intervención psicológica considero que no se puede tratar únicamente de reprocesar los traumas del pasado sino que debemos dotar a nuestros pacientes de herramientas y recursos que quizás nunca en sus vidas han podido tener.
Mi experiencia terapéutica me dice que cuando un paciente conecta contigo, con tu seguridad, con tu compromiso, con tu calma, con tu tranquilidad y con la manera que tienes de mirarles a través de todas las heridas y ver quién es él o ella en esencia, de mirar ese yo genuino, auténtico y verdadero, se produce una conexión que en mi opinión definiría como mágica, a través de la cual nuestros pacientes van a poder experimentar sin tanto miedo las emociones, sensaciones y creencias positivas, sintiéndose a salvo mientras atendemos a esas partes que viven en el trauma desde la comprensión y el estoy aquí, contigo, y yo no os voy a abandonar.
Normalmente cuando entran en consulta me dicen que lo que buscan es ser feliz, y yo siempre les respondo de la misma manera y les digo que es mi despacho lo que se busca es empezar a ser libre. Y cuando una persona traumatizada de repente experimenta en un lugar seguro la compasión, la ternura, el cariño y la esperanza, el proceso terapéutico será mucho más fácil y el vínculo entre terapeuta y paciente mucho más fuerte.
Y con esto quiero decir una cosa, que lo que cura, es el amor. El que puedan empezar a mirarse desde otro lugar prestándoles nuestros ojos mientras no puedan hacerlo, y que puedan ser capaces de sentir qué son válidos, suficientes y merecedores.
Tenemos el superpoder de dibujar sonrisas en en labios que pensaron que nunca más iban a sentir una.
Abrir ventanas para que entre aire fresco y puedan salir a través de ellas todo lo que llevaba estancado tantísimo tiempo en esos rincones que somos expertos y expertas en ayudar a limpiar.
Lo bueno de la vida.

Paula Marín
- Licenciada en psicología. Colegiada O-02602
- Másteres en:
Terapia de conducta y trastornos de personalidad
Sexología clínica y terapia sexual
Psicología infantil
Cooperación internacional
Resolución de conflictos
Psicología Criminal y Psicopatía
Psicoterapia con EMDR
- Docente en escuela de padres Ayuntamientos Avilés y Corvera
- Autora del libro "Revienta"