Entender al crítico interno

Todo niño necesita recibir apoyo, seguridad, confianza, reconocimiento, amor y aceptación incondicional para poder crecer y desarrollarse. Pero una cosa es lo que el niño necesita y otra, lo que le puede proporcionar el entorno en el que vive.

Si no recibe estos apoyos porque su familia no se los puede proporcionar, dedicará todos sus esfuerzos en adaptarse a este entorno, con el fin de lograr satisfacer sus  necesidades emocionales.

Esos esfuerzos serán una serie de estrategias de pensamiento y conducta, que serán muy efectivas para sobrevivir en el entorno familiar, pero que en la mayoría de los casos, no proporcionan salud mental.

Entre estas estrategias se encuentran: la evitación, la sumisión o la agresividad, la culpa, la autoprotección….

1.- EL MECANISMO DE LA CULPA

La culpa es una de estas estrategias de supervivencia que desarrolla la persona desde muy niña para sobrevivir a un entorno que no le está satisfaciendo sus necesidades.

La función de la culpa es lograr obtener el apoyo, reconocimiento, seguridad, amor, que necesita el niño. A medida que el niño crece y se hace adulto, la culpa va cumpliendo más y más funciones, hasta convertirse en la guía de la persona: proporciona una explicación ante frustraciones y fracasos; azuza a la persona para que rinda más; reprocha y corrige cuando se han cometido errores, previene fracasos…etc

2.- LOS MECANISMOS INSEGUROS DE APEGO

El niño se adapta a lo que le ofrece su entorno familiar y hemos dicho que normalmente, lo consigue. Eso es así tanto si el entorno familiar es sano y le puede cubrir sus necesidades emocionales, como si es disfuncional y no le puede cubrir sus necesidades emocionales: en ambos casos, el niño consigue adaptarse.

Si el niño se encuentra en un entorno familiar que no puede satisfacer sus necesidades ( entorno disfuncional), sus mecanismos de adaptación serán perfectos para este entorno concreto, pero no estarán adaptados al resto de los entornos ( relaciones sociales, escuela y, más adelante, trabajo, uno mismo, etc.).

La persona ya adulta intentará seguir aplicando los mecanismos que le ayudaron a sobrevivir y adaptarse al entorno familiar, pero éstos ya no le van a lograr proporcionar el apoyo, seguridad, amor incondicional, etc. que necesita. Lo más probable es que le bloqueen y le hagan sentirse inferior y sin remedio.

De esta forma, lo que fueron soluciones en la vida infantil se convierten en problemas en la vida adulta.

3.- SUSTITUIR UN MECANISMO CRITICO POR UNO CUIDADOR

La persona que ha desarrollado mecanismos de supervivencia que en su infancia estuvieron adaptados, pero en la vida adulta le suponen un problema está buscando cubrir las mismas necesidades que la persona que ha desarrollado mecanismos “sanos” porque su entorno familiar se lo permitió: las ya consabidas necesidades de apoyo, seguridad, reconocimiento, amor, aceptación.

Hay pues, dos formas de acceder a la satisfacción de las mismas necesidades. Las llamamos “el mecanismo crítico” y “ el mecanismo cuidador”.

La persona que ha tenido que desarrollar el mecanismo crítico puede aprender a pasarse al mecanismo cuidador. Este mecanismo cuidador no es bloqueante, sino que impulsa a la persona; se basa en la confianza y el amor incondicional hacia uno mismo y vela en todo momento por la persona sin necesidad de depender del exterior para sentirse bien.

4.- QUÉ HACER

Para cada función que cubre la crítica hay un mecanismo paralelo cuidador y mucho más efectivo. Si la culpa intenta explicarnos una frustración, existe una manera cuidadora de hacer lo mismo. Si la culpa intenta protegernos de volver a caer en errores, la forma cuidadora logrará lo mismo más efectivamente. Si la culpa intenta que tengamos éxito, lo logrará, pero a costa de nuestro bienestar. Hay un mecanismo cuidador que  puede conseguirlo y, si no lo conseguimos, estará ahí para apoyar nuestra frustración.

Sustituir el mecanismo crítico por uno cuidador pasa por empatizar con nosotros mismos, analizar qué es lo que queremos conseguir  en cada caso al criticarnos , para intentar acceder a eso mismo de forma cuidadora.

 

Olga Castanyer

Olga Castanyer

- Licenciada en Psicología por la U.P. Comillas
- Psicóloga Especialista en Psicología Clínica y Psicóloga Europea (Europsy)
- Codirectora del Gabinete Psicopedagógico Sijé
- Especialista en Asertividad y Autoestima
- Autora del libro “Asertividad-expresión de una sana autoestima” ( Ed. Desclée de Brouwer)

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